jueves, 31 de marzo de 2011

Besar al aire

Como un puño cerrándose en el aire, un eterno escalofrío. El calor de tus besos aún en mis labios, tu aroma en mis manos, tu sonrisa en mis ojos. A falta de palabras, besos. A sobra de kilómetros, palabras. Abrazar almohadas, mirar fotos, inquietarte cuando suena el teléfono, leer y releer palabras de amor. Quizás soñar despierta con las historias que aún quedan por contar, besar al aire.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Caótica

Seguramente intentará huir unas cuantas veces, es así, es parte de su juego. Te dirá que no y pretenderá que sepas que sí, te abrazará sin querer que se lo devuelvas, faltarán y sobrarán tequieros de forma aleatoria, huirá incomprensiblemente para después volver de forma inesperada, sonreirá sin motivo y llorará durante horas sin explicación, le gustará esconderse, aunque a veces no le guste que le encuentren, puede que un día le de por el rojo y quiera que le digas que bien le sienta y quizás el siguiente quiera ser invisible.
Quizás nunca sepas lo que piensa por qué ella es así, le gustan los trucos de magia, las cosas pequeñas, las canciones sin letras y el olor a café.

martes, 29 de marzo de 2011

Drogas

¿Estáis enterados de la nueva moda? Yo me drogo, tú te drogas. ¿Él se droga? Pues claro, al igual que ella. Nosotros nos drogamos, vosotros también. ¿Y ellos? Quizás. ¿Ellas? Supongo.
Hoy todos nos drogamos. ¿Y tú? ¿De qué te drogas? Ese se droga de amor, ella de olvido. Él se droga de frustración, aquél otro de domingos. Ese de ahí no sabe de qué se droga pero no parece importarle, quizás ignorancia. Yo, yo me drogo de sonrisas, confiando en que puedo con los efectos secundarios.

lunes, 28 de marzo de 2011

Juntos

Pronto estaremos juntos, pensaba una vez tras otra, juntos, sé que te gusta esa palabra, cada vez que uno de los dos la decíamos nos mirábamos y sonreíamos, juntos.

domingo, 27 de marzo de 2011

Cosas que nunca te dije

Cuando seas mayor lo entenderás. Todos odiamos esa frase alguna vez de pequeños, a mi me inundaba de inferioridad. Pero ahora, después de todo este tiempo, ahora entiendo porque dejamos tantas cosas sin decir, palabras en el aire. Nunca hay que tener prisas en crecer, una vez que pierdas la inocencia no es fácil de encontrarla. No quieras perder el lado rosa de la vida, no quieras aprender, aún no. No podía quitarte la inocencia que veía en esos ojos, por eso nunca te dije que el amor duele, para que te atrevieras a amar. Al igual que no te enseñé a olvidar porque hay cosas que no merecen ser olvidadas, olvidé decirte que nunca lleves el corazón encima por si te lo quitan, que controlaras los celos, que a la gente no les caen bien.
Recuerdo como te cabreabas, llegabas a llorar y pegarme, replicándome que ya eras mayor, negaba la cabeza con una humilde sonrisa en la cara y te decía que las lágrimas eran de bebés.
Algún día me darás las gracias por todo lo que no dije, te darás cuenta de que en verdad no querrías saberlo, que no querrías estropear la ilusión de la primera vez ya que nunca hay otra, lo desconocido se vuelve común. Siempre te decía que dejaras las preocupaciones para mañana y te dedicaras a soñar. Tú me decías que soñar era de bebés.
Pues nunca te dije lo mucho que la gente decepciona para que les dieras una oportunidad a los que no. Añorarás los días en los que Santa Claus aún era quien ponía los regalos, pues no hay prisa en saber la verdad cuando no es mágica. Tienes toda una vida para saberlo, ya te darás cuenta cuando en los libros escaseen los dibujos. Algún día conducir ya no será cosa de mayores si no que tus amigos también lo harán, tras eso vendrán las responsabilidades. Debería alegrarte saber que no sabes.

sábado, 26 de marzo de 2011

No hay sitio para sueños rotos

Le doy gran importancia a las primeras impresiones pero eso no significa que me tengan que caer bien a primera vista.
Me gustaría decir que creo un poco más en la amistad, pero solo veo gente que viene y va, viene y va. A veces ni viene, pero siempre se va.
Hay personas que duran años a tu lado cuando en cambio otros duran días pero te llenan más de magia. Todo desconocido es especial hasta que se vuelve conocido, pero luego están esas personas que tienen imperfecciones perfectas, que consiguen sacarte una sonrisa en días grises y a pesar de ser tan enervantes son mágicas. Se irán, claro que se irán, pero en el momento de esbozar la sonrisa todo parece tan perfecto que no hay sitio para sueños rotos.

viernes, 25 de marzo de 2011

Despedidas

Partirse en dos, sentir que el mundo se te cae al suelo y que ningún abrazo puede reconfortar lo que tienes dentro. Ansiar rozar sus labios, cuando aún no se han ido. Temblar con cada lágrima que derrama mientras te repite una tras otra esas palabras que te hacen soñar por las noches. Te hace mil promesas de que será para siempre, sonríes y por un momento te lo crees. No sabes como soltarla, como parar de besarla, como decir el último tequiero para que sea especial. No tienes palabras, te ahogas con las emociones del día. Pero sabes, sabes que no es el final, que esto no es un adiós, solo un hasta pronto. Pero sabes, sabes que nunca se te han dado bien las despedidas.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Y quizás, volar.

Ella sonríe al respirar. Suelta repentinas carcajadas con las mariposas que le invaden los interiores.
¿Por qué no abres los ojos? Le cuestiona mientras intenta quitar sus manos de sus ojos. Ella suelta otra carcajada, y ella ya enervada empieza a hacerle cosquillas. ¡No no, por favor no! Chilla entre carcajadas.
Se quita las manos de los ojos y contempla a la chica que muy despacio acercaba su cara a ella. Se le escapa otra carcajada y la chica se retira y le mira extrañada, hasta dolida. Ella sustituye la risa por sonrisa y coge la cara de la chica entre sus manos y le susurra: perdóname, que no estoy acostumbrada a esto de volar.

martes, 22 de marzo de 2011

Pasillos demasiado cortos.

Tengo que admitir que me llamó la atención la puerta, me recordaba a mi infancia. Instintivamente giré el pomo y empujé hasta abrirla lo suficiente para pasar. Las paredes eran azules. En verano recuerdo fingir nadar en el mar azul de las paredes, era el capitán del barquito que navegaba por ahí, tenía toda una tripulación al mando del oficial osito.
Más tarde todo se fue por el desagüe y las paredes pasaron a ser blancas, fotos de rostros y sonrisas iban llenando cada hueco. Acompañando a las fotos, pósters, de todos los tamaños y colores, con alguna que otra entrada a algún que otro concierto. Saludé a viejos amigos, compartiendo el momento. Todo tan oscuro hasta que abrí las cortinas, pinté las paredes de rosa y decidí amar. En ese pasillo están mis primeros besos, mi primer amor, plastificado y pegado en la pared. El rosa pasó a beige y las fotos a cuadros de pintores franceses. Llegaron los primeros diplomas, certificados, fotos de familia. Llegaron estanterías llenas de libros llenas de polvo, fotos de bodas familiares, antigüedades, relojes que marcan segundos, los segundos que quedan.
Y llegué a la otra puerta, era más pequeña que la anterior, quizás era cosa de la edad. No me costó abrirla esta vez, tampoco tuve tiempo de cerrarla.

lunes, 21 de marzo de 2011

Mariposas en vena.

Cuando te despertaste esta mañana, despeinada y cabreada con la luz del día; se me olvidó cogerte en brazos, robarte algunos minutos más entre sábanas a cambio de algún que otro beso.
Quizás era culpable el domingo mañanero, pero tu ausencia me inyectó mariposas en vena. Y aquí, ahora, en tardes como esta, quisiera espantar las sombras de tu sonrisa e invitarte a algún que otro café, a alguna que otra locura. Aunque sólo sea porque hoy quiero chillarle al mundo que me enamoré de unos besos, unos labios, unas sonrisas. Que me apetece navegar por las nubes, quizás, pintar el cielo de rosa.
Me encapriché de tus labios de fresa, los rayos de sol que bailaban en tus pestañas. Pues desafino entre notas y sueño despierta con tu volver. Cuando dejaríamos nuestras iniciales entre las estrellas, para volver a vivir la magia cada noche, cada mañana.
Comparte mi sobredosis de azúcar, de aire, de amor. Provoca sonrisas, deprisa, alguna que otra risa.
Leo un libro en blanco, mientras, el vacío de mi cama desgarrando mi pensamiento. Así que ven, vuelve, cógeme de la mano y acostúmbrame a hacerte falta. Suéltame, que yo te sigo, pero por favor, por nada del mundo te vayas más.

domingo, 20 de marzo de 2011

Caprichos

Si te falto, déjame saber que no te sobro. Cuando dibujas mis iniciales junto a corazones, déjalos donde me puedan despertar. Cuando te mire, sonrójate. Cuando te toque, sonríe. Cuando leas un libro en el que un protagonista se llame como yo, subráyalo y convierte ese libro en tu preferido. Si ves margaritas en alguna esquina, guárdame una. Convierte nuestro día en tú número de la suerte, en tu querida casualidad. Siente los escalofríos cuando estoy cerca. Bésame, sólo cuando no sepas qué decir.