lunes, 2 de mayo de 2011

Películas

Cuando las horas se convierten en minutos y los minutos en segundos me pregunto si ya no me quedan sueños que vivir, ni vida que soñar. Se acaban las primeras veces junto a la inocencia, el tiempo va a contrarreloj y ya no hay tiempo para jugar. Hay que meter las responsabilidades y las decisiones en un maletín, unirse a la multitud. Andar rápido y sin tropezar, no te distraigas; todo esto va a acabar antes de que sepas que ha comenzado. Otro instante, otro recuerdo, no hay tiempo para nostalgia, no hay nostalgia con este tiempo.

3 comentarios:

  1. Adjetivar esto lo desvirtuaría.

    Me has conmovido de nuevo

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  2. Que bonito quedo eso de:
    Cuando la decisión más dificil a tomar era la de decidir el sabor del yogur :D
    (o algo parecido, jejeje)

    Me gusta mucho shi shii :D

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